EQUINOCCIO

A la luz de los recuerdos. La vida del pequeño Titú sigue por nuevos caminos, senderos desconocidos hacia nuevas aventuras que añadir a su baúl de los tesoros, el de la infancia, de las dulces caricias de una madre, del perfume de las hojas muertas y de los juegos interminables. Pero todo ha cambiado desde la época del Mistigri, el primer álbum de las aventuras de nuestro joven héroe. Ahora son los años setenta, Titú y Sebastián, su hermano menor, viven con Phil y mamá a Saint Jean de Luz, donde el rugir de las olas del océano añade misterios entre las rocas del litoral. Las nubes son las mismas, pero es la forma de mirarlas lo que ha cambiado. Lo que sí parece inalterable son las vacaciones en casa de los abuelos. Allí el tiempo sigue sin tener fin y los días son gotas por añadir a la eternidad. Fábula realista, esta historia quiere abrirnos las puertas de los recuerdos, de cuando éramos niños, dioses, bellos e inmortales.