Escala en nunca jamás
María escribe y te quita la venda de los ojos. La impaciencia te arrastra al siguiente poema. Los insomnios se redondean y dejan de arañar tanto. La niña valiente crece con flores en la mano y por fin se atreve a gritar. María abre sus alas en este poemario y consigue que te escapes con ella.
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