La raíz perdida

Pineta, la protagonista, por circunstancias ajenas a ella se ve desubicada muy joven del lugar en el que nació, y trasladada por la fuerza a miles de kilómetros de dicho entorno. Vive múltiples aventuras que la endurecerán sin duda, pues en alguna de ellas se juega incluso la vida tras el encarcelamiento de su marido vinculado con el tráfico de drogas. Algo que la pondrá en el punto de mira de la policía y de la organización en la que este está metido. Medio siglo más tarde decide volver en busca de sus Raíces, cosa que consigue a medias, y si bien logra llegar, no consigue lo que busca porque su idiosincrasia, debido al lugar donde le llevó la vida, y el tiempo que todo lo consume, está ya muy lejos de la de sus orígenes, lo cual confirma aquello de que “uno no es de donde nace, sino de donde pace”. Entretanto, las circunstancias le hacen llevar una vida bastante azarosa.