Arrebato

La unidad del poemario se entiende desde el primer verso, cuando un hombre, o una mujer, abandona su mundo ideal de tranquilidad y amor con su pareja para buscar otras sensaciones que no conoce. Se adentra, poema a poema, en ritos extraños pero potentes y con alto contenido sexual, pero también en situaciones suaves de sensualidad, erotismo o amor. Los hombres y mujeres que van apareciendo verso a verso nos hablan de sus arrebatos, ya sea por el teatro, por la naturaleza, por el miedo a perder la tierra que ahora tenemos; o de arrebatos impuestos, a un pequeño niño del estrecho, a una niña de la noche, a una beata o a un muchacho o muchacha que ama a su tal. Pero también nos acerca Arrebato a esos lugares en los que las pasiones se muestran distintas, a veces muy duras; por ejemplo en Tánger, La Habana, Kenia, o en Un Mundo Lejano y desconocido. Una vez encontrada esa Libertad perdida o escondida, todo acaba como empezó, como cuando éramos niños: con un cuento. Como aporte visual a las historias he insertado en el libro varios dibujos alusivos a esas mismas historias.