La poesía de Nicolás Guillén (Prólogo y edición de César Leante)
Por supuesto, una poesía con los valores inmanentes que le atribuyo a la de Guillén, no puede ser figurativa, parnasiana o, en la antinomia de Nietzsche, apolínea. Su poesía no es anecdótica, discursiva, descriptiva ni narrativa. El tema es, regularmente, una visión. Se abre inesperadamente en un cielo oscurísimo; luce como un relámpago algo que no terminamos de comprender qué forma concreta tiene, y queda resonando en calidad de imagen óptica. Ezequiel Martínez Estrada El son, danza cálida nacida del encuentro negri-blanco bajo la luz antillana, y en la que la música y la palabra del pueblo culminan en canción, es la sustancia básica elemental que Guillén intuyó como expresión de lo cubano. Ángel Augier El poeta de "El son entero" ha incorporado a su obra, como un poliedro de ónix bien facetado, los múltiples aspectos del fenómeno negro entre nosotros: lo pintoresco, lo plástico, el drama social, el problema del mestizaje, el lado supersticioso y mágico. Cintio Vitier Cuando Guillén dice "Quemaste la madrugada/con fuego de tu guitarra" ("Velorio de Papá Montero") logra en los versos una sensación de jácara y ardimiento sensual. Esta obra "Sóngoro cosongo" es todo un suceso. Jorge Mañach La "Elegía a Jesús Menéndez" ese poema grande que hoy toda la crítica nacional señala como el logro más alto de cuanto ha producido la poesía cubana en cien años. Y, acaso, en toda su historia. Mirta Aguirre Poeta platinado por el amor americano, un apellido de cantor y luchador, llamaremos a Guillén, CUBA GUILLÉN por su amor recíproco. Pablo Neruda Para completar ese maravilloso libro que se llama "Sóngoro cosongo" -donde se encuentran algunos de los poemas más logrados que se hayan escrito en Cuba- hay que llamarse Nicolás Guillén. Alejo Carpentier
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