La Guachipupa Tibia (Memorias del Presidio Político Cubano 1962-1967)

Probablemente, después de casi medio Siglo de ignominia, lo más vapuleado en Cuba haya sido la memoria. La oscura y bien engrasada maquinaria propagandística del Castrismo ha conseguido editar la Historia de Cuba, y valiéndose de los viejos y conocidos artilugios de Lenin y Goebbels, y con el auxilio gozoso de la izquierda irredenta y reaccionaria, han vendido en todo el mundo su sucia visión de los hechos. Eso sí, convenientemente orlada de las luces trampeadas de los ideales de libertad y justicia social. Pero lo peor es la maceración de la memoria histórica de varias generaciones de cubanos. Alcides Arsenio Núñez Alarcón, nos cuenta en su estremecedor testimonio "La Guachipupa Tibia", anécdota tras anécdota, su vida de horror en las ergástulas del "paraíso" caribeño del Comunismo. Su vida, la de Alcides, es asimismo el reflejo del sacrificio de todo un pueblo, de la agonía de una nación. "La Guachipupa Tibia" es un libro bien escrito, de esos libros en los que la mano que sostiene la pluma se halla sostenida, con fuerza y fiereza, a la lucidez de la razón y a la pasión de la verdad -que sólo puede anidar en el corazón del hombre. El lector que se avenga a encontrarse con este libro no podrá despegarse de él. Y aprenderá mucho de la verdadera historia de la llamada revolución cubana. Y también de la naturaleza humana. De esa naturaleza humana, que en ciertas condiciones sociales puede producir monstruos. Sin embargo, creo que finalmente éste es un libro de amor. Y optimista. Porque Alcides, cree en Dios y cree en el ser humano. Alcides cree, al igual que Martí, "en la virtud y en el mejoramiento humano". Y es que en este libro, además de la miseria moral del Castrismo y de sus seguidores, nos encontramos también con el valor de los hombres, con su solidaridad y con su empeño indoblegable de vivir en Libertad. "La Guachipupa Tibia" es un acto hermoso de recuperación de la memoria, para que los cubanos aprendamos y no olvidemos. Pero tal vez pueda servir también a quienes disfrutando de sociedades libres, descuidan sus deberes cívicos, se amodorran en sus comodidades y no defienden día a día la libertad, que si dañada en cualquier parte nos afecta a todos. Libertad que vive en permanente acecho por sus enemigos. Orlando Fondevila Suárez, Poeta y Periodista Cubano (1942-2015)